Te gusta desconectarte:

¿Eres de los que cuando llega a un lugar guarda su celular en la cajilla de seguridad y te acuerdas de recargar la batería solo cuando se acaban las vacaciones? Felicitaciones te mereces un diploma. Porque las vacaciones significan desconexión y créenos es muy difícil estar desconectado cuando sigues revisando tus redes sociales, los mails que no paran de entrar, la llamada de un amigo que quiere saludarte.

Ah, si la excusa es que lo tienes para sacar fotos, no se te olvide que también existen las camaritas.

¿Le das más valor a los lugares que a los souvenires?

Está comprobado que lo mejor que le regala a tu vida un viaje son esos recuerdos a los que tu cabeza puede recurrir cuando se siente mal. Si cambias un buen momento por el afán de traer de tu viaje un recuerdo material, (por supuesto valioso y obvio costoso), te queremos contar que no lo estás haciendo bien. Está comprobado que por muy lindo que sea el souvenir, al poco tiempo de tenerlo pierde la capacidad de sorprenderte. En cambio un buen recuerdo, siempre va a tener la capacidad de despertarte esa sonrisita que tanto bien nos hace.

¿Prefieres el restaurantico típico al de cadena?

Si dijiste sí, ya tienes un punto extra. Viajar significa también conocer y aprender.  Y créenos que para aprender del lugar al que vas, no hay nada mejor que entender lo que allí se come. Y claro, nunca estará de más hablar un poco con el mesero, preguntarle al cocinero algún secreto, pedirle al que está al lado de tu mesa que te cuente un poco cómo se vive en ese lugar. Así estarás de verdad conociendo esa ciudad que tanto querías visitar. 

Y seguro, nada de eso puede pasar en la cadena de restaurantes que te encuentras en cada esquina de tu propia ciudad

¿El reloj deja de ser tu mejor amigo?

El tiempo, o mejor, el control del tiempo es una de las cosas que más afecta la vida moderna. Alcanzar, llegar, cumplir el horario, programar la visita; hacen que nuestra vida parezca estar en una constante carrera contra reloj. Por eso no hay nada mejor para estar en verdadero mood de vacaciones que dejar de pensar en los horarios.

Volverse a preguntar. ¿Qué horas serán? Dejar que sea el estómago el que te diga que tal vez es tiempo de ir a almorzar o que el sol poniéndose sea el que te anuncie que la noche está por llegar, es la mejor manera de decirte a ti mismo: Estoy de vacaciones

¿Perderte, reorganizar, reprogramar, aventurarse son palabras que no te producen estrés?

Lo mejor de las vacaciones es que te dan permiso de cambiar la rutina de tu vida; es más te deberían obligar a hacerlo. Por eso permitirte salir de la agenda, disfrutar una perdida, decidir a último momento conocer un lugar que no estaba planeado, tener la mente abierta a los cambios de planes…eso es estar en mood vacaciones. 

No importa si lograste un 20% o un 80%.

Lo importante es que seguramente te dieron ganas de salir inmediatamente de vacaciones. ¡Y eso ya te hace todo un experto!