¿Estás preparado para volver a la rutina después de unas largas vacaciones?

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El cuerpo te pesa. Miras hacia atrás como queriendo dejar metidos en el alma los momentos que viviste. En el vuelo nadie habla. El aeropuerto de tu ciudad te parece más pesado, más frío. Darías lo que fuera por volver a ser de los que están del otro lado, dejando las maletas y no esperando que por fin lleguen las tuyas.

Sí, volver de un viaje de vacaciones no es para nada sencillo. Al final le estás diciendo a tu cuerpo y a tu mente que llegó el momento de retomar la rutina. Y aunque algunos extrañemos la almohada y un poquito el olor a casa, para nadie es un secreto que sería mejor poder seguir mucho tiempo en modo vacaciones.

Pero tranquilo, existen algunas pequeñas cosas que puedes hacer para ayudarte a llevar la tusa pos vacacional

Antes que nada, olvídate que queda un año para volver a tener vacaciones largas.

Si no lo haces entrarás en depresión.

No importa que el bolsillo haya quedado lastimado después de este viaje. Salir lo antes posible, un fin de semana de paseo, cerca de tu ciudad y volver ese mismo día no dañará tu economía y sí te ayudará a sentir que cambiaste de rutina.

Empieza a ver tu propia ciudad con otra cara.  ¿No crees que puede haber alguien pasando frente a tu ventana despidiéndose de sus vacaciones sintiendo un profundo dolor por tener que irse de ahí? Si tu ciudad puede ser un buen lugar de vacaciones para muchos, que lo sea también para ti de vez en cuando. Así que proponte encontrar sitios nuevos que te muestren esa ciudad que hizo suspirar a otros. (Seguro los vas a encontrar)

Empieza a hablarte a ti mismo de tus próximas vacaciones. Nadie dice que compres los tiquetes ya. Solo tienes que empezar a soñar, a investigar, a darte vueltas por la red para antojarte de esos lugares que te atraigan. Sentir que estás teniendo el derecho de volver a soñar con vacacionar, hace que no sea tan difícil tener que esperar.

Recuerda todo lo que puedas esos momentos especiales que pasaste y agradece haberlos vivido. Suena extraño, porque parecería como que te dijéramos que le pongas sal a la herida; pero no es así. Recordar tus vacaciones y lo bien que la pasaste es como atravesar un puente emocional para volver a la realidad de una manera menos dura.

Arregla tu casa, sal a pasear por tu barrio. Retoma alguna actividad que te guste.

Pero sobre todo no olvides que cuando menos lo pienses volverás a tener frente a ti el momento de decir: Vámonos de vacaciones