Como casi todas las islas del mar caribe Curazao tiene dos tipos de costas: Las del norte que son las de Barlovento y (si no te acuerdas de tus clases de navegación, no pasa nada. Se llaman así porque reciben directamente los efectos de los vientos alisios) y las meridionales que son las de Sotavento (Otra vez la misma clasecita: son las que están a espaldas de los vientos y por eso el mar permanece siempre en completa calma).
Esos nombres de Barlovento y Sotavento han afectado de forma dramática la geografía de Curazao; por eso no es extraño que en el lado norte de la isla donde soplan durante todo el año los vientos alisios, se hayan abierto cuevas, puentes naturales y pequeños valles formados por el derrumbe de los techos de antiguas cavernas, que sin duda despertarán tu espíritu aventurero; te harán dar unas ganas insoportables de ponerte las Brahma y salir a hacer caminatas que harán parecer a Ulises el aventurero, un simple principiante
Obvio, no olvides que la palabrita Sotavento tuvo el poder de crear unas playas tan tranquilas, de aguas tan cristalinas, con una arena tan blanca y tan suave que serán el antídoto perfecto al llamado aventurero de tu espíritu, si lo máximo que quieres hacer es tirar tus havaianas, recostarte en la arena y levantar la mano para decir:
¿Otro coctelito?