¿Conoces la leyenda de Francisco el hombre?

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Francisco el Hombre tenía que ser leyenda. No solo porque tenía la inspiración del alma pegada al acordeón, sino porque desde que nació dio de qué hablar.

En el Tablazo municipio de Riohacha,  un 14 de abril de 1849, (El año todavía es tema de discusión) en el hogar conformado por José del Carmen Moscote de Armas y Ana Juliana Guerra, nació un varón al que decidieron llamar Francisco Antonio Moscote Guerra.  Hasta ahí todo suena normal: Nace un niño y le ponen un nombre.

On Vacation - acoordeon

Solo que su papá, un guajiro de pura cepa, de esos para los primogénitos significaba varón; al ver que su deseo de tener un varón se había cumplido, no tuvo el menor reparo de proclamar a los 4 vientos:

“Menos mal que nació varón como yo quería, porque de haber nacido hembra, ya estuviera pensando en los gavilanes, porque dentro de unos cuantos años, me tocará estar subido en el techo, con un chopo en mis manos, para espantarlos, temiendo que alguno de ellos se llevare, algún día mi pollita, pero quien se me descuidara, con mi chopo le haría un disparo certero que le volaría el pescuezo”.

Ese día nació Francisco el Hombre. Bueno, otros dicen que Francisco el hombre nació cuando su papá lo oyó cantar de lejos y al reconocer su voz, dijo: ese es Francisco… El hombre. ¿Cuál versión es la verdadera?  Solo la sabe Francisco.

Porque lo apodaran El Hombre, o simplemente por tener sangre Guajira; Francisco se convirtió en uno de las voces más populares del vallenato.

Pero fue la leyenda, que reza más o menos así, fue la que definitivamente lo hizo inmortal.

Un día volviendo a su pueblo después de una parranda de varios días, Francisco decidió parar un rato a descansar. Abrió su acordeón y se sentó sobre su burro a cantar. Al terminar una pieza, oyó a otro acordeonero desafiante que trataba  de superarlo. Francisco se acercó para ver de quién se trataba. Para su sorpresa ese acordeonero era nada más y nada menos que el propio satanás, quien sentado sobre las raíces de un árbol, le sacó notas tan increíbles a su acordeón que lograron robarle la luz a la luna y a las estrellas. Con miedo, pero con fe, Francisco enfrentó a Satanás entonando una melodía que les devolvió la luz. Luego invocando a Dios entonó el credo al revés con tanta fuerza, que Satanás exhaló un terrible chillido y salió corriendo con acordeón y todo, a esconderse en las montañas para nunca más dejarse ver.

Tan inmortal es Francisco el Hombre que logró que Gabriel García Marqués le dedicara una página en su aún más inmortal obra Cien años de soledad. Tan inmortal es Francisco el Hombre que cada año en Riohacha se celebra uno de los mejores festivales de música en su honor.

Por eso si tienes planes de viajar a la Guajira, uno de los lugares más hermosos de este país; ojalá lo hagas en marzo. Porque es justo en este mes, en el que en Riohacha se celebra el festival vallenato Francisco el Hombre. Un homenaje al folclor, al arraigo, al acordeón, a las tradiciones y a un Hombre que fue capaz de hacer huir al mismísimo demonio a punta de canciones.